
El Pleno aprueba una reforma para transformar la Guardia Nacional en cuerpo militar con funciones de seguridad pública e investigación.
El Senado de la República aprobó hoy una reforma legislativa que convierte formalmente a la Guardia Nacional en una rama del Ejército, bajo la dirección de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena). La nueva normativa conferiría a este cuerpo funciones de investigación, apoyo a estados y municipios, además de mantenerse bajo control militar.
La iniciativa, incorporada a través de modificaciones en seis leyes y dos códigos castrenses, obliga a los estados y municipios a firmar convenios con la Sedena para recibir apoyo. La Guardia podrá intervenir comunicaciones privadas, aunque únicamente en investigaciones ligadas a 21 delitos federales especificados por ley.
El dictamen fue respaldado por 75 senadores, principalmente de Morena, PVEM y PT, y recibió 34 votos en contra de PAN, PRI y Movimiento Ciudadano, quienes advirtieron sobre la militarización de la seguridad pública y el debilitamiento del federalismo.
Entre los cambios estructurales, se establece que la Guardia tendrá jerarquía militar alineada al Ejército y la Fuerza Aérea —incluyendo grados, ascensos y disciplina. Además, se permitirá a sus integrantes solicitar licencias para aspirar a cargos públicos, aunque seguirían sujetos a control militar y a informes periódicos ante el Senado.
Con esta reforma, que próximamente se publicará en el Diario Oficial de la Federación, el Senado cierra una etapa clave del periodo extraordinario. A partir de su entrada en vigor, la Guardia Nacional operará de manera permanente bajo mando castrense, en un contexto donde la oposición insiste en que esto representa un retroceso democrático.