Este violador serial había sido excarcelado por buena conducta, pese a que fue condenado a 52 años de prisión por agredir a cerca de 100 mujeres
Dimitris Aspiotis, un violador en serie apodado ‘la Bestia de Kavos’, cayó de un acantilado de 30 metros de altura mientras escapaba de la Policía en la isla de Corfú, Grecia, informa The Sun.
El hombre sobrevivió a la caída sufriendo múltiples fracturas en piernas, cadera y columna vertebral, así como la ruptura de un riñón, y fue detenido después de una complicada operación de rescate para sacarlo en camilla de un lugar inaccesible.
Las autoridades policiales griegas reportaron en un comunicado sobre el arresto de un varón, aunque sin mencionar su nombre.
Aspiotis, de 47 años, fue excarcelado el año pasado por buena conducta pese a que fue condenado a 52 años de prisión en 2012 por agredir sexualmente a alrededor de 100 mujeres que visitaron Corfú.
A serial rapist who raped about 100 women has fallen of a 100-foot cliff while running from police
— Instablog9ja (@instablog9ja) May 25, 2020
Dimitris Aspiotis, 47, was once slammed with a 52-year sentence but managed to get off the hook after serving just 6
Well, police has re-arrested him Oyinbo Kirikiri beans loading pic.twitter.com/dIda7FYRMK
La Policía estaba tras su pista desde hace dos semanas por su presunta vinculación con la violación de una mujer albanesa de 34 años. Ahora se enfrenta a un regreso inmediato a prisión para cumplir el resto de su condena.
Una de sus víctimas, la británica Kayleigh Morgan, que participó en una campaña contra su liberación, comentó que espera que Aspiotis “permanezca con dolor por el resto de su vida”.
“Advertí que volvería a atacar y se ha demostrado que tenía razón. Me alegro de que haya sido atrapado antes de que la vida de otra mujer fuera arruinada”, añadió sobre el malherido violador serial.
Aspiotis, buscó un lugar apartado en el bosque y construyó su guarida de los horrores, en la que guardaba un “kit de violación” con cuatro cuchillos, una escopeta y munición, dos desarmadores, alicates, guantes de goma, teléfonos móviles, un panel solar para cargar un foco y una antorcha.
Dicho hallazgo no fue casual ni sencillo, tuvo que ser el propio violador serial el que confesara su existencia para que los agentes fuera en su busca y la encontraran.
So this is what they found on Dimitris Aspiotis, what he had while he was hiding. Greece deemed that thing safe to be back out in society. My word man. pic.twitter.com/jHnaojraR6
— Jamie Morgan (@JamieMorgan1989) May 24, 2020
IPR
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