
Nuevas imágenes satelitales revelan que el pingüino emperador ha perdido más del 20 % de su población en una región clave de la Antártida en 15 años
El pingüino emperador, símbolo de la vida silvestre en la Antártida, atraviesa una crisis poblacional sin precedentes. De acuerdo con un nuevo estudio basado en imágenes satelitales, su número ha disminuido un 22 % entre 2009 y 2024 en un extenso territorio del continente, desde la Tierra de la Reina Maud hasta el mar de Bellingshausen. Este declive afecta a cerca del 30 % de la población mundial de esta especie y está siendo examinado por investigadores del British Antarctic Survey (BAS).
El estudio, publicado en Nature Communications: Earth & Environment, advierte que la situación es más grave de lo previsto por modelos anteriores. Entre 2009 y 2018, las cifras generales indicaban una caída de solo el 9.5 %. Ahora, los datos muestran una pérdida promedio del 1.6 % anual en una zona que abarca 2.8 millones de kilómetros cuadrados, más de 11 veces el tamaño del Reino Unido.
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El doctor Peter Fretwell, autor principal del estudio, explicó que el calentamiento global afecta gravemente el ecosistema que sostiene a estas aves. “El pingüino emperador depende del hielo marino estacional como plataforma de cría, y ese hielo necesita ser estable durante al menos ocho o nueve meses al año”, señaló. Sin embargo, la inestabilidad del hielo ha aumentado y compromete directamente la reproducción de la especie.
Una de las principales herramientas para estudiar a estos animales en su hábitat remoto es el análisis de imágenes satelitales, que permite estimar el tamaño de las colonias. Aunque este método tiene limitaciones, es actualmente el más eficaz para evaluar su estado poblacional, debido a la inaccesibilidad de muchas zonas de reproducción.
El impacto climático en la región no se limita al derretimiento del hielo. Cambios en las condiciones meteorológicas, alteraciones en la disponibilidad de alimento y el aumento de la depredación por especies como orcas, petreles y focas contribuyen a este retroceso.
En febrero de 2023, el National Snow and Ice Data Center (NSIDC) reportó que la extensión del hielo marino antártico alcanzó un mínimo histórico de 1.79 millones de kilómetros cuadrados, desde que comenzaron los registros satelitales en 1979. Este nivel tan bajo agrava aún más las condiciones para la subsistencia del pingüino emperador.
En respuesta a esta crisis, en 2022 el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de Estados Unidos lo clasificó como especie “amenazada” bajo la Ley de Especies en Peligro de Extinción. La decisión se basó en las proyecciones de pérdida de hábitat debido al cambio climático.
Además, un estudio publicado en Global Change Biology advierte que, si las emisiones de gases de efecto invernadero no disminuyen, el 90 % de las colonias de pingüino emperador podrían colapsar antes de finalizar este siglo. La pérdida tendría consecuencias no solo para la biodiversidad del continente helado, sino también para el equilibrio del ecosistema marino del océano Austral.
La recopilación de nuevas imágenes ya está en curso y servirá para actualizar el conteo global de la especie. Mientras tanto, los científicos subrayan que el monitoreo constante es vital para detectar signos tempranos de colapso ecológico y tomar medidas de conservación urgentes.