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Atentados del 11 de septiembre de 2001 y teorías conspirativas

Atentados del 11 de septiembre de 2001 y teorías conspirativas

Lo que nadie puede poner en duda, es que esa mañana del 11 de septiembre de 2001, cambió la historia del mundo para siempre

Hace diecinueve años que se registraron los atentados terroristas contra las Torres Gemelas del World Trade Center de Nueva York que dejaron casi 3 mil víctimas de manera oficial, a manos de 19 integrantes de la organización islámica Al-Qaeda que secuestraron cuatro aviones comerciales, impactando tres: dos en la Gran Manzana y uno en un ala del Pentágono. El tercero cayó en un campo de Shanksville, Pensilvania, tras un enfrentamiento entre pasajeros y terroristas.

Desde esa mañana de septiembre, la política y el mundo cambiaron para siempre, las alianzas políticas se definieron de nuevo y la manera de volar, no volvió a ser la misma.

Marcando el rumbo del naciente siglo XXI, la lucha contra el terrorismo, el desarrollo tecnológico y la vigilancia de los ciudadanos, fueron los ejes que marcaron el camino a seguir.

Sin embargo, desde aquel 11 de septiembre de 2001, surgieron una serie de teorías conspirativas, ante el escepticismo de la versión oficial del gobierno estadounidense; por un lado, por la manera en que se desplomaron las torres gemelas, y por otro, que no existiera evidencia gráfica del momento en que el Pentágono fue impactado, solo ardiendo en llamas y que los daños producidos fueron muy pequeños como para haber sido causados por un avión.

Sin embargo, el avión, el National Transport Safety Board hizo calculos que refieren que la aeronave siniestrada tenía una velocidad aproximada de 850 km/h al momento de impactar, lo que posible que no se grabara al avión estrellándose.

Por su parte, el Instituto Nacional de Estándares y Tecnología (NIST) de la Administración de Tecnología del Departamento de Comercio de los Estados Unidos y la revista Popular Mechanics tambén han rechazado estas teorías.

Ante los dichos de que en realidad el colapso perfectamente vertical de las Torres Gemelas fue por una explosión controlada, y de ahí que haya sido a manera de implosión, la Comisión del 11 de septiembre explicó que los impactos a gran velocidad de los aviones y el calor generado por los incendios posteriores, es que las estructuras vencieron.

De esta forma, los detractores de la versión oficial afirman que el Pentágono fue impactado por un misil, mientras que los edificios del World Trade Center se derrumbaron por una demolición controlada a la distancia y que el avión que cayó en Pensilvania fue derribado por un caza estadounidense.

Quienes defienden estas teorías, insisten en que la versión del gobierno, entonces encabezado por George W. Bush, tiene incongruencias como que, en teoría, fuera imposible que cualquier aeronave pudiera acercarse al edificio del Departamento de Defensa o que el FBI encontrara entre las ruinas de la “zona cero” del Word Trade Center, casi intacto el pasaporte de uno de los terroristas.

Otro de los puntos que señalan los defensores de las teorías de la conspiración, está el ambiente económico que sobrellevaba la administración Bush, antes, durante y después de los atentados.

Además que, tras su polémica llegada a la Casa Blanca tras una elección definida en tribunales, necesitaba un evento de gran impacto para legitimarse, y así podría justificar las guerras en Afganistán e Irak, e incrementar el control sobre los ciudadanos.

También está el hecho de que días antes de los atentados, fueron apostadas grandes sumas de dinero por una caída en la bolsa de Wall Street de las acciones de las compañías aéreas.

Otros afirman que miembros del gobierno de estadounidense conocían de antemano las intenciones de a organización terrorista Al-Qaeda de atacar el World Trade Center y no hicieron nada para evitarlo.

Por su parte, el cineasta estadounidense Michael Moore en su documental Fahrenheit 9/11 hace hincapié en la relación entre la familia Bush con eminentes familias de Arabia Saudita (incluida la familia de Bin Laden) por más de treinta años, así como la evacuación de familiares de Osama bin Laden organizada por el gobierno de George W. Bush después de los ataques del 11 de septiembre.

Una teoría poco conocida apunta a China, en la que se plantea que los atentados del 11 de septiembre y la posterior guerra de Estados Unidos contra Afganistán tuvieron su origen en la competencia entre Washington y Beijing por la construcción de oleoductos y gasoductos desde la zona ocupada por antiguos territorios soviéticos como Uzbekistán, Tayikistán, Turkmenistán, Kazajistán, Kirguistán, hoy repúblicas autónomas, hasta la salida al mar por Pakistán, teniendo como paso obligado el territorio afgano.

¿Quién tiene la razón? Probablemente, como en otros temas, los humanos nunca nos pongamos de acuerdo, pero lo que nadie puede poner en duda, es que esa mañana de hace casi veinte años cambió la historia del mundo para siempre.

IPR

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