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Día de la Santa Cruz, ¿cómo surge el festejo?

Hoy, los trabajadores de la construcción acostumbran colocar en la obra una cruz de madera adornada con flores y listones de colores, realizan una misa de agradecimiento y son festejados con una gran comida que corre por cuenta del dueño o el encargado de la obra

El 3 de mayo se festeja el Día de la Santa Cruz, y se conoce más porque también se celebra a los trabajadores de la construcción, los albañiles, que acostumbran colocar una cruz de madera adornada con flores y papel de china de colores en lo alto de la obra en construcción, previamente bendecida en alguna iglesia adonde acuden a dar gracias por su trabajo.

Los festejos incluyen comidas y bebidas en las obras, generalmente por cuenta del propietario o del contratista.

Hay varias versiones sobre las celebraciones de la Santa Cruz y de los albañiles, estas son algunas de ellas.

Santa Elena de la Cruz

Según crónicas antiguas, el 3 de mayo del año 292, Santa Elena encontró la cruz donde murió Cristo. La emperatriz Elena, esposa de  Constancio Cloro, estaba obsesionada en encontrar la Cruz de Cristo, por ello pidió a su esposo la autorización para demoler el templo dedicado a uno de los dioses romanos, construido sobre el monte Calvario, pues estaba segura de encontrar la reliquia bajo
el gran templo.

Para ello movilizó a muchos trabajadores de la construcción y precisamente el 3 de mayo bajo los escombros aparecieron no una sino tres cruces, por lo que dedujo que una correspondía a Cristo y las otras a los ladrones crucificados a su lado: Dimas y Gestas.

Pero, ¿cómo saber cuál era la cruz de Jesús? La emperatriz Elena mandó que le llevasen a su presencia un difunto próximo a ser sepultado y le colocaron encima cada una de las cruces, y cuando lo tocó una en específico recobró la vida. Ya no había duda, esa era la cruz en que murió el redentor del mundo. Por esta razón la emperatriz Elena fue canonizada y se le venera como Santa Elena
de la Cruz.

Constantino

Según refiere el historiador Eusebio de Cesárea (263-339), la víspera de una batalla contra Majencio, el emperador Constantino I “el Grande” (272-337) tuvo un sueño en el que se le apareció una cruz luminosa y escuchó una voz que le decía: In hoc signo vincis, que en latín significa “Con este signo vencerás”.

Constantino, entonces, mandó colocar una cruz en sus estandartes y bandera, sosteniendo que a partir de ese día “creía en Jesús como su madre, Helena”. Al final del día, el triunfo le favoreció y en agradecimiento, mandó que cesara la persecución de los cristianos.

Al final de su vida, el mismo Constantino fue bautizado y es considerado el primer emperador romano que abrazó el cristianismo.

La tradición en México

En México, como parte del sincretismo entre las culturas española y prehispánica, los trabajadores de la construcción adoptaron la cruz para su celebración. Esta tradición data de la época colonial, con la formación de los gremios, y según viejas crónicas fue impulsada por Fray Pedro de Gante. La celebración fue suprimida del calendario litúrgico por el papa Juan XXIII, sin embargo los albañiles de México mantuvieron viva esta tradición. Dado el fervor religioso, el Episcopado mexicano hizo las gestiones para que en México continuara vigente la celebración de la Santa Cruz.

También se cree que la celebración del Día de la Santa Cruz se heredó desde la época prehispánica, previa modificación de  los evangelizadores españoles después de la Conquista, y tiene su antecedente en los rituales practicados por las culturas precolombinas para la petición de lluvias y la obtención de buenas cosechas, que se efectuaban al inicio del ciclo agrícola, alrededor de los primeros días de mayo. Cuando los evangelizadores españoles llegaron al antiguo territorio mexicano, modificaron algunas creencias para que tuvieran similitudes con las de la religión católica.

Con el tiempo, muchos de los campesinos dejaron el arado y la hoz, y migraron a las ciudades para trabajar como albañiles. Sin embargo, conservaron ciertas tradiciones: por ejemplo, la de encomendarse a la Santa Cruz, ya no para una buena cosecha, sino para no sufrir accidentes o caídas en el trabajo.

Por esa razón es que en casi todas las construcciones de nuestro país hay siempre una cruz de madera, decorada con papeles o listones de colores.

 

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