Después de la Primera Guerra Mundial, este fue el momento más sanguinario de Europa, dio inicio a la época franquista
El siglo XX estuvo lleno de conflictos bélicos, las Naciones continuaban en constante lucha por definir su identidad y en algunos casos más por defenderse; algunos conflictos duraron varios años y tuvieron consecuencias negativas, que hizo a los Estados resurgir de las cenizas.
El continente europeo tuvo su primer gran conflicto en 1914 con el estallido de la Primera Guerra Mundial, 22 años después comenzó la Guerra Civil Española, que significó un gran cambio en aquel país y por supuesto, un baño de sangre.
Fue un caldo de cultivo para cometer atrocidades en masa. Aproximadamente 200,000 personas murieron como resultado de asesinatos sistemáticos, violencia de las turbas, tortura u otras brutalidades.
En los tres años de duración millones de españoles fueron desplazados. En 1939, aproximadamente 500,000 refugiados huyeron a Francia, donde muchos de ellos serían confinados a campos de prisioneros. 15,000 republicanos españoles terminaron en campos de concentración nazis después de 1940.
El comienzo
La Guerra Civil Española comenzó el 17 de julio de 1936, la causa fue una sublevación contra la República, la cual había sido elegida democráticamente, los precursores fueron los generales Francisco Franco y Emilio Mola.
El presidente republicano Manuel Azaña, aprovechando que gran parte del Ejército españos estaba en Marruecos los generales dieron un golpe de estado.
La sociedad española se dividió en dos bandos:
- El bando de la izquierda fue el conocido como bando republicano y estaba formado por el gobierno que había habido hasta ese momento, junto con sindicatos, comunistas, anarquistas y muchos obreros y campesinos.
- En el bando contrario, el nacionalista, estaba la parte rebelde del ejército, la burguesía, los terratenientes y, por lo general, las clases más altas.
La intensidad del conflicto aumentó cuando los bandos tuvieron apoyos de diferentes naciones, viendo así lo que al mundo le esperaba años más tarde.
Los republicanos recibieron apoyo de La Unión soviética, mientras que los nacionalistas del nazismo alemán y de la Italia fascista, por esto el bando de Franco tuvo mejor armamento.
Cabe destacar que las tres naciones violaron un acuerdo firmado de no intervención.
Las atrocidades
Como en toda guerra, los civiles inocentes son los más afectados, la crueldad que se vivió en esos días fue mucha y ejercida por ambos bandos.
La intolerancia al pensamiento contrario se hizo presente a través de torturas y asesinatos, siendo los miembros del clero los más perseguidos y asesinados.
Los Nacionalistas libraron una guerra brutal contra los partidarios de la República. Las mujeres de la República fueron violadas o humilladas públicamente al afeitarles las cabezas. Para 1940, más de 500,000 personas fueron reunidas y enviadas a casi 60 campos de concentración. Grandes números de prisioneros fueron reclutados para realizar trabajos forzados o para combatir en el ejército de Franco o fueron juzgados por tribunales militares.
La guerra y la persecución dieron como resultado varios millones de españoles desplazados. Muchos huyeron de las áreas de violencia para buscar refugio en otros lugares. Solo algunos países, como México y la República Dominicana abrieron sus puertas a los refugiados españoles.
Cuando la Guerra Civil terminó en 1939 con la victoria de Franco, aproximadamente 500,000 Republicanos españoles escaparon a Francia, donde muchos fueron colocados en campos de prisioneros en el sur.
La era de Franco
En 1939 terminó la Guerra Civil Española, siendo los nacionalistas los triunfadores, con ello comenzó la dictadura de Francisco Franco que duró casi 40 años, desde 1939 hasta 1975, año en el que falleció el dictador español.
Durante toda la época de la dictadura de Franco, España sufrió un continuo aislamiento internacional, pero que se fue debilitando con el paso de los años. Como el dictador español quería que se reconociera a su país a nivel internacional, poco a poco comenzó un cierto tipo de mejoras en la vida social. En la década de los años 50, España fue aceptada como miembro de las Naciones Unidas y en 1970, Franco nombró al príncipe Juan Carlos como su sucesor en el mandato.
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