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El inicio de la Fábrica de los sueños, los Estudios Churubusco

El inicio de la Fábrica de los sueños, los Estudios Churubusco

Estos icónicos estudios fueron ambientados como selvas con ríos, pueblos del viejo oeste, un zoológico, cantinas, entre otros.

Los Estudios Churubusco eran ese lugar donde podían verse juntas a las estrellas del cine más importantes de la Época de Oro.

Mientras María Félix salía de la sala de maquillaje, Mario Moreno “Cantinflas” filmaba unas escenas de “A volar joven”. En ese mismo momento, John Ford daba instrucciones a Dolores del Río para su cinta “The fugitive” y Emilio “El Indio” Fernández, se iba a la cafetería donde solía contar sus anécdotas revolucionarias.

La fábrica de los sueños, como también se llama el libro que recoge sus historias, remembra que los Estudios Churubusco comenzó sus rodajes en los años cuarenta y continuó en servicio hasta que los daños del sismo del martes 19 de septiembre le impidieron filmar.

En homenaje a sus inicios, siendo el 14 de septiembre la fecha más reconocida de estos, repasamos brevemente cómo comenzó su gloriosa producción.

La semilla de los Estudios Churubusco se remonta a 1943. Motivado porque su producción de películas había llegado a 70 filmes y con miras a llegar 90, Harry Wright, presidente del Country Club y dueño de los terrenos de la colonia del mismo nombre, utilizó 18 hectáreas de la zona para comenzar las obras de unos estudios al nivel de Hollywood en México; esto a través de su compañía “Productores Asociados de América”.

Al proyecto se sumó Productores Asociados Unidos, S.A. (PAMSA) de Emilio Azcárraga Vidaurreta; éste compró los terrenos a la compañía de Wright, apoyado también por la productora norteamericana RKO y Radio Pictures, pero no tomó dominio de todo el proyecto.

Para darle beneficios a ambas parte, la compra incluía las instalaciones ya construidas y los terrenos de la colonia Country Club, pero según las escrituras del terreno, el lugar tendría las funciones de:

“La explotación de películas nacionales en el país o en el extranjero; la ejecución de todo género de actos tendientes a desarrollar la industria cinematográfica”.

Es así que los estudios permitieron a México tener un medio para darse abasto en la producción cinematográfica, y a los inversionistas estadounidenses la posibilidad de producir películas pese a la falta de recursos; que se hizo grande debido a la participación de EE.UU. en la Segunda Guerra Mundial.

Para 1950, fueron adquiridos por el gobierno Federal de México y fusionados con Estudios y Laboratorios Azteca para formar Estudios Churubusco Azteca. Ya desde 1958, fueron controlados por el gobierno de México. Pero esa es otra historia.

En los Estudios Churubusco -los cuales son considerados como los más antiguos en Latinoamérica- se crearon 12 foros, todos localizados en la colonia del mismo nombre, al sur de la ciudad.

En ellos se recrearon desde una selva con río, un pueblo del viejo oeste, un zoológico, una cantina y hasta una hacienda. Y como dato curioso, en ese lugar vivían los animales que actuaban en las películas, inclusive las personas podían visitar estos espacios, al menos hasta la década de los setenta cuando la administración cambió.

La primera filmación en el lugar fue para la película estadounidense La Canción de México (Song of Mexico), el 15 de diciembre de 1944; aunque hay quienes aseguran que la primera película que se rodó fue “La Perla” en 1945, filme emblemático de “El Indio” Fernández.

Otra cinta que se disputan la primogenitura de su grabación son “La morena de mi copla”, también en 1945, dirigida por Fernando Rivero.

Sea cual sea el día que comenzó todo, no hay duda de que se agradece su comienzo.

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CAB

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