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Escuadrón 201 Cinco Mitos y Verdades de las Águilas Aztecas

A 76 años de la batalla de Luzón y Formosa recordamos las hazañas del Escuadrón 201

“Sólo Transportaron Víveres y Gasolina”

El mito más común sobre la participación del Escuadrón 201 en la Segunda Guerra Mundial, es la creencia de que sólo transportaron víveres y armas. Lo cierto es que los pilotos integrantes de esta unidad aérea completaron 2842 horas de vuelo, de las cuales 1966 fueron de combate efectivo. Lo anterior implica un promedio de 66 horas de vuelo en combate por elemento, ya que el escuadrón estaba integrado por treinta pilotos.

El Escuadrón 201 llevó a cabo 96 misiones de combate, incluyendo algunas de apoyo terrestre durante la batalla de Luzón. Misma que aconteció del 4 de junio al 15 de agosto de 1945, como parte de la campaña aliada para liberar Filipinas del ejército japonés.  

Los mexicanos se vieron involucrados en 785 acciones ofensivas y sólo 6 acciones defensivas, durante las cuales arrojaron 957 bombas de 1000lb. y 500 bombas de 500lb. Asimismo, utilizaron 166’922 rondas de cartuchos de 99mm.

“Los Tenían Que Andar Cuidando”

Los pilotos integrantes de “Las Águilas Aztecas” (mote del escuadrón) experimentaron un complicado proceso de integración y acoplamiento al ejército estadounidense. Si bien el mando del escuadrón era independiente, también es cierto que formaba parte de una unidad militar mucho más amplia con grandes objetivos.

Debido a ello fue necesario acudir a siete meses de adiestramiento en los campos aéreos de Greenville y Pocatello, ubicados en Texas y Idaho respectivamente. Su instrucción estuvo a cargo del Servicio de Fuerza Aérea de Mujeres. Esto pudo haber representado cierta humillación, dado que la igualdad de género era prácticamente inexistente en aquella época, y era común pensar que las mujeres no eran aptas para desarrollar ciertas profesiones consideradas exclusivas para hombres.

Por otro lado, recibieron muestras de racismo durante todo su adiestramiento y constantemente eran acusados de ineficiencia o incompetencia de las habilidades requeridas para combate.

Superando con tenacidad dichos obstáculos, al final del proceso el escuadrón quedó conformado como una pequeña unidad, con gran potencia de fuego y prácticamente autosuficiente.

“Iban en Aviones de Juguete”

Los pilotos del Escuadrón 201 tripularon aviones Republic P–47D Thunderbolt. Este avión de combate era de tipo caza y/o cazabombardero, también conocido por su apodo como “Juggernaut”. Fue diseñado por el ingeniero aeronauta Alexander Kartveli en 1941 e introducido a la guerra en 1942. Equipado habitualmente con ocho ametralladoras M2 de 12.7mm. tres bombas de 500lb. y diez cohetes HVAR de 127mm.

El P–47D fue el primero capaz de hacer frente en condiciones de igualdad a los aviones Me 109G y Fw 190 de la Luftwaffe Nazi. Debido a ello, pronto ocuparon un lugar protagónico en la Fuerza Aérea de los EE. UU. (USAAF). Los aviones asignados a las fuerzas mexicanas portaban el emblema de la Fuerza Aérea Mexicana, así como el emblema de la USAAF para evitar fuego amigo. Sin embargo, gozaban de total independencia en el mando.

“Llegaron al Final de la Guerra, Así qué Chiste”

Ciertamente el arribo del Escuadrón 201 al frente de guerra del Pacífico, se suscitó en la parte final del conflicto. Sin embargo, esto no demerita su participación, ni resta importancia a su valentía, una bala mata igual al principio que al final de la guerra.  

La batalla de Luzón y Formosa duró casi tres meses, se enfrentaron 180mil soldados de las fuerzas aliadas (estadounidenses, filipinos y 300 mexicanos de los cuales 30 eran pilotos). Comandados por los generales Douglas MacArthur de EE. UU. Alfredo M. Santos de Filipinas y Antonio Cárdenas Rodríguez de México.

El ejército japonés emplazó a 250mil soldados, comandados por el general Tomoyuki Yamashita. Este combate fue especialmente sangriento debido a la negativa de rendición por parte de los japoneses, cuyo ejército sufrió aproximadamente 217mil bajas, en contraste con las 35mil bajas del ejército aliado.

Durante sus operaciones bélicas, la Águilas Aztecas pusieron fuera de combate a 30mil soldados japoneses en misiones combinadas de combate aéreo y apoyo a fuerzas terrestres. Si consideramos que la unidad militar estaba integrada por treinta pilotos y 270 elementos de apoyo para diversas tareas, en promedio cada uno eliminó a cien soldados japoneses.

“La Misión del Escuadrón 201 No Fue Tan Importante”

Las pérdidas particulares de las fuerzas armadas de México fueron mínimas, en gran medida gracias a la destreza y pericia de sus pilotos. Seis aviones fueron dañados en combate, de los cuales sólo uno significó pérdida total. Mientras que cinco pilotos perdieron la vida en combate: el capitán Pablo Luis Rivas Martínez, los tenientes Héctor Espinoza Galván y José Espinoza Fuentes y los subtenientes Mario López Portillo y Fausto Vega Santander.

La batalla de Luzón representó un importante triunfo estratégico en las aspiraciones aliadas por el control total del Pacífico. Debido a ello y a su destacada participación, al terminar la guerra los integrantes del Escuadrón 201 fueron ascendidos al rango inmediato superior. Asimismo, les fueron otorgadas varias condecoraciones.

Medalla al Servicio en el Lejano Oriente, la Legión de Honor de México, la Medalla de la Liberación de la República Filipina con gafete de Recomendación Presidencial, así como las condecoraciones estadounidenses Eficiencia del Ejército, Eficiencia de la Fuerza Aérea, Campaña de America, Campaña Asia-Pacífico y Victoria de la Segunda Guerra Mundial.

Sobresalen de manera individual el general Antonio Cárdenas Rodríguez y el capitán Gaxiola Andrade. Quienes recibieron la Legión al Mérito de los EE. UU. otorgada por conducta excepcionalmente meritoria en el desempeño del servicio de las armas. Dicha condecoración es la segunda en importancia de aquel país, después de la medalla de Honor.

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